Ya en el S.XIV en esta zona, cerca de la plaza de Cascorro, se conoce la actividad comercial de los “ropavejeros”, la cual ha sido acompañada por la presencia de mataderos y tenerías de los curtidores de cuero que se empezaron a instalar a finales del S.XV.
De esta actividad, de la que se dice tomo su nombre(*1), poco queda, pero se han ido instalando otras sobre todo a partir de finales del S.XVIII entre las cuales aparecen las relacionadas con comestibles, enseres, trastos de todo tipo, herramientas y más a finales del S.XIX los anticuarios, tiendas de compra-venta de muebles, prendas, alhajas y libros antiguos entre otros.
Esta múltiple actividad comercial hizo que durante la semana siguieran activos los mataderos y los domingos por la mañana se empezaran a instalar cada vez más los puestos desmontables.
Actualmente la actividad que se desarrolla en los alrededores de la plaza del Rastro (Cascorro) y en las calles con eje en la Ribera de los Curtidores, está regulada, y ya no están los puestos permanentes que se llegaron a instalar los martes y sábados, quedando su actividad limitada a los días domingo.
En el correr de los siglos ha sido y es un paseo al cual acuden los madrileños y foráneos en búsqueda de algún artículo o simplemente por el simple acto de caminar por esas calles de sonidos, olores y colores característicos.
Yo solamente he ido un par de veces, pero desde el primer día he quedado fascinada con el ambiente que se genera y con el colorido de sus puestos, y, salvando las diferencias especialmente de olores y sonidos, tengo que admitir que me produce un poco de nostalgia por su familiaridad con las ferias de mi ciudad natal, en particular con la de Tristán Narvaja…
(*1) Dícese estar relacionado con la marca (rastro) de sangre que dejaba las reses después de ser degolladas y vendidas al por mayor, lo cual ha sido confirmado por varios autores.
Para mayor información sobre esta actividad se puede visitar www.elrastro.org
Pocas cosas hay tan castizas como el Rastro. Quizás se le acerquen los abanicos. Me alegro que te guste esta ciudad. Besosss
ResponderEliminarHe estado un par de veces en él, una de ellas la recuerdo como algo agobiante, mucho calor y mucha gente.
ResponderEliminarMe gustan tus fotos.
esto es una fiesta de color, de algarabia de ruido de olores... texturas....
ResponderEliminarame la primera fotografia de abanicos...
tengo un gusto enfermizo por ellos
tal vez en mi otra vida
fui victoriana....
besos"
me encanta la fotografia, me gusta verte feliz, y ver que estás en Madrid
ResponderEliminardisfruta de todo, de esa explosión de colores que tan bien sabes transmitirnos