La capital de la República Oriental del Uruguay, alberga aproximadamente la mitad de la población del país y tiene algo que muchas ciudades le envidiarían, su gran balconeo hacia ese Río de la Plata que acompaña a todo montevideano en alguna de las actividades de su vida.
Para decepción de los colonizadores este río no era el que tenía la Plata, pero sin lugar a dudas es una joyita para la ciudad, y no se puede hablar de Montevideo sin hacer alusión a él.
Playas de finas arenas, zonas de rocas que permiten la pesca, una bahía que forma un puerto natural, y un largo recorrido paralelo a esa costa que denominamos “Rambla”, son parte de la vida cotidiana de muchos citadinos que también buscamos contemplarlo en los días de descanso y ahí, algunos, lo fotografiamos…